Manzano en flor |
Cuando se llega a una casa que tiene años e historia detrás, unos cuarenta, en este caso, además de la estructura construida, lo que usamos de refugio o zona habitable, existen otros factores interesantes que quizá, aunque no lo parezca, sean más difíciles de conseguir, ya que es necesario para ello una evolución relacionada con la naturaleza y sus tiempos.
Este es el caso de los árboles.
Manzana creciendo |
Cuando un terreno no tiene árboles a su alrededor, que den sombra o frutos, tomamos consciencia de lo importante que son estos seres tantas veces maltratados y muchas veces menospreciados. Seguramente, con el tiempo, pasará en muchas partes del planeta, lamentaremos como humanidad (muchos ya lo hacemos) la tala indiscriminada de bosques enteros con el fin de usar esos terrenos para la agricultura industrial.
A pequeña escala, ocurre la mismo. Los árboles casi siempre están a merced de los humanos.
Limones madurando |
En Luz de Pueblo tenemos la fortuna de contar con algunos ejemplares que llevan unas décadas plantados. Un manzano, un mandarino, un limonero y un naranjo nos regalan sus postales floridas, sus aromas y ahora comienzan a aparecer sus frutos. Es un enorme placer y una bendición poder observar ese proceso y, al mismo tiempo, probar los frutos directamente salidos de las plantas.
En esta época del año, pasada la floración casi por completo, comienzan a aparecer las formas de lo que pronto serán frutas madurando y al cabo de algunas semanas tendremos la dicha de probar y compartir, con quien se acerque a nuestra casa, la energía de la vida, el fruto de la planta que tan generosamente nos contempla desde su aparente quietud.
Diminutas naranjas |
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